A menudo nos encontramos con libros difíciles de leer, de
esos que te dejan con la sensación de que no has entendido nada. Otras, hay
libros que te dejan con una media sonrisa porque consigues localizar múltiples
referencias en ellos que no esperabas. Pero Ciudad de cristal, primer libro de
la Trilogía de Nueva York de Paul Auster me hizo sentir de ambos modos
inevitablemente.
Esta novela llegó a mis manos por obligación. En una asignatura relacionada con la literatura de terror, la profesora nos dio un índice de libros imprescindibles que debíamos leer y analizar para el curso. El último de todos era una versión gráfica de esta novela, que puso colofón a aquel fantástico curso y me gusto tanto que compré el libro. De hecho, doy gracias a que la novela gráfica es de una calidad excelente, ya que, al margen de que su adictiva historia hiciera que me lo leyera de un tirón, posiblemente no habría entendido el libro en su plenitud de no ser por aquellas fantásticas y a la vez simples ilustraciones.
Portada original de la novela gráfica |
El libro comienza cuando Danny Quinn, un escritor de novelas
policíacas, recibe diversas llamadas de teléfono en las que lo confunden con el
detective Paul Auster. Finalmente se cita con su interlocutor, Peter Stillman,
que le ruega su ayuda para evitar su propio asesinato a manos de su padre, un
lingüista y teólogo que lo encerró de niño e impidió que tuviera relación con
ninguna otra persona durante su infancia con la esperanza de que así aflorara
en él el idioma primigenio del Jardín del Edén. Por esto, fue encarcelado y
está a punto de salir libre, con lo que el joven Peter teme por su vida.
Reconozco que
este libro me dio escalofríos y me fascinó a partes iguales. Resulta casi
imposible comprender todas las referencias que pueblan la historia, los
múltiples desdoblamientos de personalidad. El propio autor aparece en la trama
solo para hacerla más enrevesada y aparentemente ilógica.
No quiero comentar más detalles sobre los diferentes hechos porque cada uno se ofrece a la libre interpretación del lector y son muy significativos y enriquecedores. Siempre he disfrutado con las historias que me obligan a pensar y comerme un poco la cabeza para comprender lo que ocurre, razón por la que soy muy aficionada a las novelas de misterio.
Sin embargo, lo que al principio parece una novela de detectives, pero poco a
poco termina por convertirse en una novela surrealista, que explora la dualidad
en todas sus vertientes. Todo el relato es un complejo análisis sobre la identidad del alma humana, explorando preguntas incómodas como quiénes somos realmente y cuál es nuestra realidad. El final resulta escalofriante, y uno no puede dejar de pensar en esa Nueva York capaz de engullir la vida de una persona hasta no dejar rastro.
Resulta difícil explicar demasiado sin revelar
detalles de la historia, así que solo me queda decir que espero que la intriga os anime a acercaros a
esta desconcertante y magnífica historia.
Un libro que a mi también me creó sensaciones dispares, me gustó mucho, pero también me desconcertó, fue mi primer libro de Auster, que se me hizo lo suficientemente atractivo como para que luego siguiera leyéndole ;)
ResponderEliminarGracias y un saludo
Gracias, Ana. También para mí fue mi primer libro de Auster, aunque lo hubiera estudiando previamente nunca había conseguido captar mi atención como con esta novela, que me tuvo completamente hechizada mucho tiempo. Tanto que de hecho no sabía cómo hacer esta entrada sin revelar todos los detalles de la historia y exponer mis teorías personales sobre lo que ocurre con el protagonista.
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