viernes, 29 de enero de 2016

Retos para el 2016 de Violeta

De Violeta solo, porque aún no sé si las otras dos elementas se van a animar a retarse.

Post que tarda en llegar, terminando ya enero, porque no me decidía a ponerme retos yo, más allá del de Goodreads, principalmente porque el año pasado solo tuve dos y no cumplí ninguno para vergüenza y deshonra sobre mí.



Pero bah, venga, que aquí hemos venido a jugar. Aunque no me lo voy a tomar en plan presión, de tener que cumplirlos o la venganza de Cervantes será terrible. Es solo una forma de entretenerse más, incluso de sacar ideas para cuando no se tenga claro qué leer, simplemente.

Y los retos son...


  • Goodreads. (29/50)

Es decir, ponerte un tope de libros que leer al año y ver si eres capaz de batirlo y superarlo. Me he propuesto leer 50, mismo número que el año pasado (cifra a la que, como ya he dicho, no llegué). A ver si hay suerte.
Si algún cotilla que quiere ver mis progresos y lo que llevo leído, lo puede ver aquí.


  • Viajar leyendo. (7/12)

El segundo reto no completado del año pasado.  A grandes rasgos, se trata de leer 12 autores de nacionalidades diferentes. Mejor explicado y más detallado en el blog de donde salió. El año pasado la lista era bastante cerrada y es algo que me fastidió un poco, porque leí gente de países no incluidos y grrr.
En cuando a mis candidatos (y para complicar todavía más la cosa), he vuelvo a poner autores que no he leído. Algunos están repetidos del año pasado, pero son de los que no llegué a leer, pero aún quiero leerlos. En principio serían:

Viajamos por Europa:
Reino Unido: Aldous Huxley ✓
Alemania: Thomas Mann
España: Ana María Matute ✓
Dinamarca: Johannes Jensen ✓
Suecia: Astrid Lindgren


Viajamos por América:
Estados Unidos: Cormac McCarthy
México: José Revueltas
Cuba: Zoé Valdés ✓

Viajamos por África:Por determinar. Encontré uno que tenía ganas de leer en una lista de autores africanos y luego vi que en realidad era libanés. Libro de geografía para alguien, por favor.
Nigeria: Amos Tutuola

Viajamos por Asia:
Japón: Kyouka Izumi ✓
China: Yu Huan ✓

Viajamos por Oceanía:
Australia: David Malouf ✓


¿Seguimiento de la cosa esta para cotillas otra vez? Cada vez de lea un título de los susodichos, iré marcando con un tick (✓) al lado del nombre.

Aviso:Lista no 100% definitiva y sujeta a cambios, según me convenga. Por ejemplo, el año pasado me encontré con un señor ruso, Aleksandr Solzhenitsyn, que en su libro hablaba de enfermos de cáncer en un sitio muy chungo y todo horrible y yo no quería esa cosa en mi vida en ese momento al menos. Esa cosa es el libro, el cáncer no lo quiero en la de nadie en ningún momento. O si me leo a otra gente de otros sitios y tal, pues lo puedo cambiar. El año pasado lo hice y ni por esas, así que no penséis que atajaría mucho.

  • El abecedario. (15/26)
Reto tonto donde los haya, pero ya da igual. Alguna tontería tenía que poner. 
El reto consiste (en mi mente intento explicar esto y no me sale) leer autores cuyos apellidos tengan iniciales distintas hasta completar el abecedario con cada uno de ellos. ¿Se me ha entendido? No.
Ahora paso a escribir el abecedario (sin 'ñ', esa la doy por perdida) e iré incluyendo los nombre al lado de cada letra.

A Isabel Allende
B Edgar Rice Burroughs
C
D Charles Dickens
E
F Francis Scott Fitzgerald
G Charlotte Perkins Gilman
H Aldous Huxley
I Kyouka Izumi
J Diana Wynne Jones
K Yasunari Kawabata
L Gaston Leroux
M Ana María Matute
N Patrick Ness
O
P R. J. Palacio
Q
R
S Andrzej Sapkowski
T JRR Tolkien
U
V Zoé Valdés
W Margaret Weis
X
Y Yu Hua
Z


  • Las sagas. (1/6)
Sí, yo también tengo muchas sagas empezadas. Soy lo peor, porque sé que me da pereza leer sagas, especialmente si son muy largas, así que leo el primero y ¡ah! 
No voy a poner todo lo que tengo empezado, porque hay sagas que ni tengo la intención de acabar, ya sea porque no me están gustando, porque no se han terminado de publicar, porque hay demasiados volúmenes como para leerlos en un año (Terry Partchett te miro a ti) o lo que sea.
Mi listilla (donde también iré marcando con un tick los terminados) queda así:
  1. Musashi (Eiji Yoshikawa)
  2. La espada de Joram (Margaret Weis y Tracy Hickman) ✓
  3. Geralt de Rivia (Andrzej Sapkowski) Aunque este ya asumo que no y la culpa la tiene Jaskier.
  4. Nacidos de la bruma (Brandon Sanderson)
  5. Howl (Diana Wynne Jones) ✓
  6. El tapiz de Fionavar (Guy Gavriel Kay) No solo no me gusta, sino que es una relectura... el por qué se explicará en su momento.
Ni en sueños cumplo este...

Mesié, le reto a un duelo.

  • Mi reto en Koreander (1/8)
El último y el más personal. Como sabrán los que siguen los Premios Koreander, nos proponemos reseñar todas las entradas de las que hablamos. Y también sabrán que es una sucia mentira porque somo un puñado de vagas que no quieren trabajar.
Por mi parte, este año he decido escribir todas las reseñas que me quedan por hacer (porque son libros que he propuesto yo). Serían las que siguen (para que vayáis sabiendo de quién es la culpa en ciertas cosas):
  1. La dama de las camelias
  2. La mano izquierda de la oscuridad
  3. El tapiz de Fionavar (se va entendiendo el punto 8 anterior)
  4. El evangelio según Loki 
  5. La historia interminable
  6. El nombre de la rosa
  7. Las amistades peligrosas
  8. La fórmula preferida del profesor ✓
  9. Nacidos de la bruma (el premio fue al primero, que no se pueden premiar sagas, pero la reseña la quiero hacer de la serie 1 completa)
Y también hay muchas cosas en el blog que me gustaría mejorar visualmente. Quizás darle un diseño más modelno, ponerle dibujines, meterle un "sobre las autoras"... Y todo esto me toca a mí, que soy la menos vaga de las tres vagas, lo que no quita que lo sea. Y que en realidad tengo poco tiempo. No voy a mentirles, señores, soy una persona vaga con poco tiempo que se está metiendo en demasidados fregados. 

Y hasta aquí de momento.

jueves, 14 de enero de 2016

Moby Dick

Moby Dick. Esa historia que a todo el mundo le apasiona… hasta que tiene que leer la novela original. Como para no tenerle respeto a semejante tocho de 1000 páginas, de las cuales unas 500 son una enciclopedia de cetáceos y barcos. Literalmente.

Ese libro que llevó a la ruina y a la depresión a su escritor, Herman Melville, dado el escaso éxito de ventas que tuvo durante su vida. De hecho, no fue hasta años más tarde, con el auge del estilo modernista, cuando finalmente se reconoció su gran valor literario. Y es que Melville fue un incomprendido adelantado a su época,  un hombre del que se podría llegar a decir que sobrepasó a su mentor, el mismísimo

El argumento es de los más conocidos de la literatura. Basado en la historia real del cachalote Mocha Dick, narra las aventuras de un barco ballenero a la caza de Moby Dick, la famosa ballena blanca, por venganza y obsesión del capitán Ahab, al que le había arrancado una pierna...

Aunque es mundialmente
conocida  como
Moby Dick,
el título original era La ballena
Este barco, el Peaquod, reúne a la más variopinta tripulación, que no solo representa todas las razas y etnias posibles, sino que muestra también las religiones más destacadas, así como actitudes de lo más diversas, siendo un microcosmos de un macrocosmos. Es decir, una representación del mundo entero en el barco. Por ejemplo, Starbuck, el primero de abordo, es cuáquero, y podría decirse que representa el sentido común de Ahab; mientras que Tashtego, el intelectual,  encarna el “buen salvaje”. Por su parte, Queequeg es una curiosa mezcolanza de africano, polinesio, cristiano, musulmán y nativo americano. Es tan interesante como enriquecedor ver a  personas tan distintas pasearse por la cubierta del ballenero, a la vez que dan sus particulares visiones de la vida.

Siguiendo con Queequeg, un tema muy controvertido en aquel entonces (hablamos de 1851) es la relación afectiva que se intuye de este personaje con su mejor amigo, Ismael, el narrador de la historia. Sobre todo se adivina en el capítulo en el que trabajan juntos, llenos de esperma de ballena (o espermaceti, una sustancia muy preciada que se encuentra en el cráneo de los cachalotes... el juego de palabras está servido) haciendo un trabajo manual, con mucho contacto entre ambos. Hay que reconocerle a Melville gran valentía por tocar un tema que no se trataba en occidente desde prácticamente la época clásica, especialmente si tenemos en cuenta que, como su maestro, vivía en una sociedad puritana.

Por otra parte, la caza de la ballena blanca está contada como una obra épica clásica, con la
exaltación de sus héroes. Sin embargo, lo que hace Melville con su héroe, Ahab, y su trágico final no es más que una burla a todo este género, haciendo ver que este héroe griego no es más que un humano que tiene que asumir las consecuencias de su sed de venganza. Llevado por su locura y monomanía, condena a todos a todos los que lo acompañan en su aventura, haciendo de esto una tragedia, esta vez, sin héroes.

Otra característica innovadora de la obra es la introducción de elementos propios del teatro. A veces incluso aparecen acotaciones, con lo que puede apreciarse la característica descriptiva del drama. Además de todos los guiños literarios que se hacen a las obras dramáticas de Shakespeare.

Una característica propia del modernismo, al que Meville se adelantó por décadas, es el de introducir fragmentos que no tienen nada que ver con la historia y rompan con la narración. Como ya hemos dicho, en este caso se introduce lo que hemos llamado “enciclopedia de barcos y cetáceos”, donde Meville nos muestra su amplia cultura marítima, si bien puede suponer un buen dolor de cabeza al lector, ya no es parte del hilo argumental ni nada por el estilo, solo un compendio de definiciones y muestras de los elementos mencionados. Pero de eso se trata: de romper los esquemas y sorprender con algo que, aunque relacionado temáticamente, no debería tener cabida en una novela convencional.


No es libro que guste como lectura, es pesado, aburrido. Sin embargo, reconozco su gran valor literario y su importancia. Desde luego es un imprescindible para quienes estudian literatura (y no hablo de futuros filólogos, los estudiantes por afición también deben echarle un ojo)  y que sea muy selecta a hora de elegir libro, que quiera ponerse a prueba con algo realmente complejo. Si lo que se pretende es pasar un rato entretenido, se pueden, aunque nunca es lo más recomendable, leer únicamente las partes narrativas y saltarse las más enciclopédicas. 

¿Estáis preparados para embarcaros a la aventura contra la temible ballena blanca?
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