domingo, 1 de mayo de 2016

Washington Square

En la ciudad de Nueva York hay un lugar llamado Washington Square, donde vive la familia Sloper. Los Sloper tienen una gran importancia y, sobre todo, dinero. Austin Sloper es viudo y tiene una hija, Catherine, de la que tiende a burlarse reiteradamente. Constantemente recuerda a su hija que no es bella, ni lista, ni tiene cualidades especiales que la hagan deseable. Por eso, cuando un joven tan atractivo como Morris Townsend empieza a fijarse en Catherine se entabla una gran rivalidad entre ambos: Austin lo acusa constantemente de ser un cazafortunas, pero Catherine desea creer que su amor es verdadero.

Con este argumento podría pasar perfectamente como parte de la obra de Jane Austen, pero en realidad se trata de una novela escrita por Henry James, a quien ya reseñamos previamente con la famosa Otra vuelta de tuerca. Si tengo que ser sincera, la verdad es que escogí este libro de la biblioteca sin pensármelo mucho ni leer el planteamiento: había disfrutando tanto con su anterior novela que para mí el que tuvieran el mismo autor era suficiente... 

Craso error. No soy muy aficionada a las historias de este tipo, pero tengo que reconocer que no está nada mal y que definitivamente me tuvo bastante enganchada y me resultó bastante fácil de leer y me lo terminé muy rápido, quizá precisamente por el estilo "austeniano" que adopta, tan lleno de ironía y de prosa bastante más sencilla y ligera de lo que recuerdo en Otra vuelta de tuerca y que, la verdad, eché bastante de menos en esta ocasión. Parece como si automáticamente, al adoptar una trama propia de esta escritora se hubiera imbuido también de su estilo.

Sin embargo me pasó algo que nunca me ocurre con Jane Austen: me mantuvo pegada a la novela todo el tiempo, necesitaba saber qué iba a pasar con los personajes. Hay una característica de Henry James que fue la que me enamoró en la primera novela que leí y fue su habilidad para mantener el suspense y el misterio hasta la última página... y después. Algo parecido ocurre aquí, ya que era imposible saber con seguridad cuáles eran las auténticas intenciones de Morris hasta que llega el final, lo único que puedes hacer es especular.

Desasosegante. Es el modo en el que describiría mi experiencia leyendo esta novela. La verdad es que me rompía el corazón ver el modo en el que Austin Sloper trata a su hija, que tanto lo quiere. A pesar de sus pullas, Catherine adora a su padre, pero para él ella es poco más que una decepción. Te dan a entender que es un hombre herido por la pérdida de su esposa, que al parecer era un dechado de virtudes, pero ¿es eso excusa para tratar a su hija como lo hace? Quizá no sea guapa, ni lista, pero era dulce y encantadora. Y sobre todo, lo quería con todo su corazón. 

El lugar de los hechos.
Durante toda la novela no podía quitarme de la cabeza el pensamiento de que una muchacha puede sobrevivir fácilmente a que su pretendiente no la ame, pero no a que su padre no lo haga. O lo que es más, tenía la sensación de que Austin proyectaba en Morris sus propios sentimientos hacia Catherine: si él mismo no veía nada bueno en ella, un extraño tampoco podía. 

A pesar de que no suelo meterme muy a fondo en las historias románticas, me encontré deseando que Morris estuviera realmente enamorado de Catherine, aunque solo fuera para resarcirla de la indiferencia paterna.

He obviado a muchos personajes que aparecen en la novela para evitar extenderme en exceso, como suelo hacer, pero de todos los personajes creo que destacaría a una de las hermanas de Austin que vive con él y Catherine, Lavinia Penniman. Es una mujer que vive soñando despierta y funciona de contrapeso humorístico y cuya defensa por el amor verdadero hace que actúe de alcahueta con Catherine y Morris. Lo interesante es que esta mujer pretende convertir esta historia en una auténtica tragedia digna de Romeo y Julieta, con todo el drama que eso supone. Personalmente, me encontré sin poder creerme lo que veía: esperaba una Celestina típica y me encontré con un personaje mucho más oscuro y complejo.

En definitiva, creo que es una novela bastante recomendable para aquellos a los que les gusta la novela costumbrista de la época, muy bien narrada y en la que vemos evolucionar a la protagonista de una forma bastante realista, sin grandes aspavientos.

10 comentarios:

  1. Austin Sloper podría tener un nombre más ridículo, pero no se me ocurre cual podría ser.
    Aunque es imposible no relacionar automáticamente el nombre de Henry James con el el Vuelta de tuerca, en realidad este señor era un marujo. Retrato de una dama, La copa dorada... Y ahora me vienes con esta, que de seguro leeré pronto, porque la recomendación llega en el momento en el que salgo de una crisis lectora rara y este tipo de novelas son las que más me van apeteciendo.

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  2. Hola, Estefanía. Coincido contigo en que Otra vuelta de tuerca y Washington Square son dos obras maestras de la ambigüedad (lo que no sé es si podré perdonarle a Violeta lo de "marujo"). Hace unas semanas terminé de releer Los papeles de Aspern, uno de mis textos preferidos, y también un grueso volumen que acaba de sacar Penguin con la mayoría de sus relatos de fantasmas (muy recomendable también). Saludos.
    Manuel

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    1. Lo llamo marujo siempre desde el cariño.

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    2. Compartimos ese cariño... (Y ahora que lo pienso, quizás sí fuera un poco marujo el hombre, que siempre andaba a la caza de algún chisme para construirse una novela). Saludos,
      Manuel

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    3. ¿Y lo que nos gusta a todos un marujeo libril? Por cierto, Los papeles de Aspern es una de esas obras que también me destrozaron un poco el corazón. Te deja con un amargo sabor de boca porque, bueno, al menos yo no me esperaba el desenlace que tiene... pero es que Henry James es así, le gusta darnos bofetadas con sus hojas.

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    4. Totalmente de acuerdo, Estefanía. Además, el protagonista sí que era un verdadero cotilla (o marujo), dispuesto a todo con tal de hacerse con los papeles íntimos de Aspern. El final es amargo, pero las dos mujeres son inolvidables, y el jardín (hay poquísimos en Venecia) también tiene lo suyo...
      Manuel

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  3. Gracias por la reseña. No conocía esta novela pero sí he leído "Otra vuelta de tuerca" y me gustó mucho; así que uno de mis próximos objetivos será esta. Besos.

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    1. ¡Hola vecina! Un placer descubrirte esta novela, aunque sea de un registro muy diferente a la que era Otra vuelta de tuerca, espero que te guste.

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  4. Te lo comenté por teléfono cuando lo leí en su momento gracias a la tua reseña y lo tengo que volverlo a decir aquí y ahora: este libro me ha destrozado. Me ha arrancado mi corazoncito,lo ha exprimido como un limón y me lo ha devuelto.
    Lo peor es que soy masoquista y estoy buscando un libro que me rompa del mismo modo y no encuentro. Tampoco sé realmente si quiero encontrarlo.
    Y ya que no lo haces tú, menciono yo a la tita Almendra. Pero solo menciono, que decir por lo que tiene mérito es spoiler y no queremos eso.

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  5. Cuando empecé a leer el argumento de la obra en la entrada, me resultó familiar, hasta que caí en la cuenta del motivo: hace años, vi en televisión la adaptación cinematográfica de esta obra, "La heredera" (1949), protagonizada por Olivia de Havilland (que se llevó un Oscar por su papel) y Montgomery Clift.

    Ahora toca buscar la obra original...

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